Por Rau García
Lo llaman “La vela”, aunque a mí siempre me ha parecido un huevo. Ocurre como con la Torre Agbar de Barcelona, por ejemplo, que hay disparidad de opiniones sobre lo que parece (un supositorio, un pene…). Pero desde que vi La llegada, de Denis Villeneuve, ya no puedo dejar de verlo como una de las naves extraterrestres que aparecen en la película. Cada vez que paso cerca del edificio, símbolo de la Ciudad BBVA de Madrid, y lo diviso en el horizonte, pienso en plasmar la idea que me ronda por la cabeza. No tiene mucho sentido, pero aquí está:
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